Lo que hicimos, lo que hacemos y nos falta por hacer

No hace mucho, que el Ministerio de Educación invitó al grueso del magisterio a incorporarse en lo que denomina “Carrera Pública Magisterial”. Más allá de una mera medida política -por la forma cómo lo tomó la dirigencia del SUTEP- vemos que responde a los acuerdos recíprocos por salir de la crucial situación crítica en que se encuentra la educación de nuestro país. Y esto último, se ha fijado en el Proyecto Educativo Nacional: Hacia el 2021. No debemos negar, que parte de la responsabilidad por el debacle educativo la tenemos los maestros; quizás mal formados o formados en una etapa con deficiencias en el control de entidades formadoras y éstas a su vez con carencias de soporte científicos para corresponder a la demanda de maestros competentes. Si bien, pocos colegas acudieron al llamado de participar en el concurso público; en cada etapa hemos notado una alta motivación por ser los primeros de tan importante aventura profesional. Aquí, entiéndase; se trata de reconocer las fortalezas y oportunidades de superación y desarrollo personal de cada maestro. Si ese es el espíritu de la ley, preguntamos entonces ¿Por qué no participaron la gran mayoría de maestros? ¿Existe aún temores a la evaluación de desempeño? ¿Los maestros no se enteraron de los beneficios de la Ley? ¿Pensaron los maestros que si desaprobaban la evaluación, perderían su estabilidad laboral? Los pocos que participamos qué es lo que hicimos; simplemente, cumplir con la ley y confiar en nuevas posibilidades de revaloración académica, profesional, laboral. Si eso pasa por un reconocimiento económico e incremento remunerativo que bienvenido sea. Estamos, diría yo, ante una nueva generación de maestros, ávidos de respuesta, entusiasmados por corresponder con soluciones a la problemática educativa, dentro de nuestros espacios de participación colectiva. Una respuesta positiva no solo la tendrá este gobierno que poco o mucho hace, pero es una ejemplar lección de honor del reducido grupo de docentes participantes en el último concurso público. Sin embargo, hay mucho por hacer. Generar conocimiento en las aulas, despertar la creatividad de niños y niñas, promover iniciativas escolares de éxito y sobre todo pasar del discurso y reflexión educativa a la acción. Esa es la tarea que los maestros de este tercer milenio han sido asumidas asistiendo al concurso público para acceder a la Carrera Pública Magisterial, no obstante faltan muchas planas por cumplir, muchas tareas por hacer, muchos resultados satisfactorios por conseguir. Dicha y bien para quienes apostamos por un mejor porvenir. Leer más… http://sodecal.blogspot.com/